No pedimos que nos rescaten, pedimos que no terminen de ahogarnos
Ecuador es de los pocos países en el mundo que ha optado por proponer subir los impuestos para solventar la crisis, aunque ahora lo quieran disimular de “contribución”.
Analicemos lo que han hecho algunos países:
Nigeria ha extendido el plazo para pagar impuestos, al igual que Algeria y Uganda. En Mauricio, no se cobrará penalidad alguna por presentar o pagar los impuestos tardíamente. Kenia redujo el impuesto al valor agregado de 16% a 14%.
La recomendación del Foro Económico Mundial para los países africanos es la siguiente[1]:
Las administraciones tributarias deberían, por lo tanto, considerar más incentivos a largo plazo que ofrezcan una oportunidad para que el sector se recupere y, en última instancia, contribuya a los ingresos fiscales de la economía. Estas medidas pueden incluir eliminar o reducir las tasas impositivas durante un período razonable hasta que las empresas puedan recuperarse de los efectos de COVID-19.
(...) Las administraciones tributarias deben estar preparadas para repensar otras formas en que pueden impulsar la economía, ya que los ingresos por impuestos actualmente no son una opción viable.
Alemania ha reducido el IVA para bares y restaurantes del 19% al 7%[2]. “Los bares y restaurantes necesitarán un impulso cuando puedan volver a abrir”, declaró la secretaria de Estado de Finanzas, Sarah Ryglewski.
Los países de la OCDE[3] han abordado la problemática económica derivada del Covid-19 con diferentes medidas. Algunas de ellas son la facilitación y agilización en la devolución del IVA, y el diferimiento del pago de impuestos que no varían con ciclo económico actual como aquel gravado sobre el volumen del negocio o impuestos a la propiedad.
En nuestra región tenemos el ejemplo de Chile que ha reducido el costo del financiamiento, lo cual será un pilar para las empresas pequeñas y micro por lo siguientes meses. Además, ha establecido políticas para flexibilizar el pago de deuda de hogares de bajos recursos y empresas pequeñas y micro sin recargos o multas. Colombia, de igual manera, ha instaurado el diferimiento de pago de impuestos.
Es evidente que la gran mayoría de países ha entendido que la situación actual, de confinamiento y stand by de la economía, no puede ser mitigada con mayores impuestos. Sin embargo, España parece transitar el mismo camino contradictorio que Ecuador.
Con uno de los déficit fiscales más altos en la Unión Europea, España plantea un incremento del IVA y un impuesto a las grandes fortunas sobre el millón y dos millones de euros [4]. Además, se prevé que el nivel de deuda del país ibérico se incremente de manera considerable. Ecuador conoce de primera mano tanto el incremento de deuda como una amplia brecha fiscal.
A pesar de estas políticas, el economista Daniel Lacalle aclara que “ninguna de estas medidas recaudaría siquiera lo suficiente para cubrir el agujero presupuestario creado en 2019, ni mucho menos el destrozo de 2020. Son simplemente medidas intervencionistas”.
Si la gran mayoría de países han flexibilizado sus esquemas impositivos e incluso han reducido impuestos, cabe preguntarnos por qué Ecuador y España optan por el sendero contrario.
Ecuador incrementará su déficit fiscal en 2020, la recaudación por impuesto bajará y el precio del barril de petróleo también afectará negativamente el monto que ingresará al gobierno en 2020. ¿Es momento para incrementar impuestos a las empresas y a los trabajadores?
Si es claro que los ingresos fiscales se reducirán a niveles de 2012, ¿por qué los gastos del ejecutivo no se ajustan también? ¿Por qué le tememos tanto al ajuste?
En este contexto, el sector privado se encuentra en el medio del mar, ahogándose y el gobierno, en lugar de lanzar un salvavidas desde su bote, se aleja para que nos terminemos de ahogar.
El trasfondo de todo esto es ideológico. Consiste en ese pensamiento retrógrado de los buenos y los malos, de la división, de los de arriba contra los de abajo. No podemos seguir exprimiendo al sector privado a causa de la irresponsabilidad del gobierno. Es tal la irresponsabilidad del gobierno que ni este confía en sí mismo. Es por esto por lo que se establece una comisión para manejar y distribuir lo recaudado con los nuevos impuestos.
El gobierno ecuatoriano hace lo opuesto a la mayoría, cobrando más impuestos que no acortarán la brecha fiscal. Tampoco quieren que los fondos caigan en manos burocráticas, porque no confían en ellos mismo. Entonces, ¿para qué lo hacemos?
Los gobiernos del mundo han dado señales claras, hay que dejar el dinero en manos de los ciudadanos y de las empresas para superar esta crisis. Un dólar en la mano de un empresario, emprendedor o cabeza de familia será siempre más productivo que un dólar en la mano de un burócrata.
[1] https://www.weforum.org/agenda/2020/04/rethinking-tax-in-africa-to-respond-to-covid-19/ [2] https://www.elconfidencialdigital.com/video/videonoticias_de_ecd/ahora-alemania-reduce-iva-bares-restaurantes-ayudar-reapertura/20200507120548144399.html [3] https://www.oecd-forum.org/users/369395-pascal-saint-amans/posts/63721-tax-in-the-time-of-covid-19 [4] https://www.elespanol.com/invertia/opinion/20200509/espana-no-saldra-crisis-subiendo-impuestos/488581148_13.html?utm_campaign=socialbutton&utm_source=whatsapp&utm_medium=social
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